Albergo la esperanza...


Intentamos comprender qué o quién se oculta en el tupido velo de lo desconocido, aquello que se deja intuir muy de vez en cuando en el horizonte, oculto en el baúl de un viejo desván, en los abruptos pasillos de un legendario Castillo o en los confines del insondable firmamento. En multitud de ocasiones, la única respuesta que obtenemos a nuestra incesantes cuestiones es un silencio ensordecedor, lejano... que no se presta a ofrecernos ningún tipo de expliación. Por ello, a veces el desánimo asume un Rol demasiado importante en nosotros mismos. Poco a poco, nuestras ilusiones se ven truncadas por el limitado mundo de los sentidos hasta que, sin percatarnos demasiado, perdemos la ilusión y tiramos por la borda horas y horas de dedicación y esfuerzo.

Siendo sincero, en ocasiones me pregunto si merece la pena luchar por algo que, probablemente, nunca lleguemos a palpar, ni a demostrar empíricamente. Pero hay otra parte de mí que vibra cuando flaqueo y que lucha incesantemente contra el desánimo o el abandono. Esta parte me alienta y reaviva mis inquietudes para no caer fácilmente en las fauces de lo ignoto. Esa parte de mí aboga por el espíritu de superación y por mantener firmes aquellas ilusiones que comparto fielmente con grandes AMIGOS, a los que considero el puro reflejo de mi ser. Enteder y llegar a vislumbrar esa "otra realidad" puede ser complicado, relativamente imposible... pero, tal y como reza uno de nuestros proverbios más populares; "La constancia es la clave del éxito", y en multitud de ocasiones nosotros mismos nos autolimitamos, marcamos nuestras propias fronteras y renegamos a la hora de seguir adelante; y lo hacemos, aunque sea de forma inconsciente.


Quién sabe si el día de mañana podremos vislumbrar ese otro lado, cuando nuestros cuerpos se consuman y que nuestra conciencia se disipe en el más extenso vacío. No obstante, de lo que puedo estar completamente convencido, es que siempre perdurará la satisfacción de haber trabajado duro por conocer la punta del iceberg más lejano. Y nuestra voluntad se transmitirá generación tras generación, alentando a los futuros buscadores de lo insólito. Y así será hasta la noche de los tiempos... al menos, yo albergo la esperanza.

ANIMO, y mi más sincero apoyo a todos los buscadores de lo imposible, o a quienes símplemente tratan de seguir la huella de un pasado que aún tiene muchas cosas que contarnos en voz baja.

"Sólo cuando el túnel está en la más absoluta oscuridad, es cuando puede volver de nuevo la luz"

Gracias Ignacio, gracias Julián, gracias Gemma, gracias Copérnico... gracias a TODOS los que me habéis apoyado y seguís haciéndolo de forma incondicional, pese al tiempo y la distancia.

1 comentario:

Foofighter dijo...

David, gracias a tí por tus desvelos, por tu amistad, por tu compañia, que aunque dese lejos, tanto me ha ayudado en los malos momentos.

De veras, sin tí esto no tendria forma...